¡No sin mi Konjac!

Hola chic@s!

Hoy os voy a hablar de un producto que se ha convertido en un imprescindible en mi rutina facial: La Esponja Konjac. 

Llevaba usándola tiempo pero he sido consciente de su importancia en mi rutina hace muy poquito. ¿Y como puede ser que no me haya dado cuenta hasta ahora? Bueno, pues resulta que estas esponjas naturales se recomiendan cambiarlas aproximadamente cada 3 meses aproximadamente porque se van desgastando y perdiendo sus propiedades. Antes del verano, la última que estaba usando ya la tenía muy chiquitita y dejé de usarla pero no me compré ninguna otra por pereza así que durante unos tres meses he estado sin usarla. ¿Y cual ha sido el resultado? Pues que este verano he tenido bastantes brotes de dermatitis seborréica y, además, me notaba la cara mucho menos lisa y con más puntos negros. Como siempre cuando mi cara empreora me paro a pensar ¿que hacía antes que no hago ahora? Y aunque este veranos no he seguido una rutina muy a rajatabla me di cuenta de que no había usado la esponja en todo este tiempo así que hace poco me la volví a comprar y cual ha sido mi sorpresa cuando he podido apreciar una mejoría inmediata. El aspecto de mi piel ha cambiado sin duda a mejor, está mucho más lisa y las espinillas ha disminuido considerablemente. Así que sí, ahora puedo afirmar que es un must-have y que la seguiré usando fielmente en mi rutina facial. ¡No sin mi Konjac!

Las que no las conozcáis os estaréis preguntando ¿pero eso de las esponjas konjac que es? La verdad es que no son muy conocidas aunque últimamente se están viendo más. De echo cuando yo me compré la primera aún no las había en España. Ahora, sin embargo, se pueden encontrar en varios sitio. Pero bueno, vamos al lío que me enrollo como siempre. El Konjac es una planta milenaria originaria de Asia. Allí es famosa por sus maravillosos nutrientes y propiedades. El Konjac (Amorphophallus konjac) se cultiva en las colinas volcánicas de la isla de Jeju en Corea del Sur, en china y japón. Todas se realizan a mano con la raíz de la planta que se pulveriza y se mezcla con agua estéril formando una pasta. Luego se pone en unos moldes donde se solidifica por el calor y se deja enfriar durante la noche. 

Existen diferentes tipos de esponjas en base a sus ingresientes. Está la simple que solamente lleva las fibras de la konjac, y luego hay otros modelos a los que se les incorpora arcilla amarila, rosa, verde o carbón de bambú para añadirle otras propiedades a las propias del konjac. Las fibras del konjac possen una alta capacidad de retención del agua. Su principio activo es el glucomannan que se encuentra en dichas fibras y que es el responsable de que estas maravillosas esponjas limpien, humecten y nutran la piel. Son tan suaves que pueden usarse incluso en la piel de los bebés. El konjac es rico en vitamina A, B1, B2, B6, C, D y E, además de poseer proteinas, lípidos, ácidos grasos y minerales como el zinc, el cobre, hierro y el magnesio. Por estos componentes esta planta se ha estado utilizando desde hace más de 1500 años en Asia tanto en alimentación como en el cuidado de la piel.

Es un producto 100% natural, 100% biodegradable y 100% procedente de materias primas renovables. No lleva aditivos ni colorantes artificiales, no irrita la piel y es apta para veganos. Reduce el consumo de jabones ya que se puede emplear sin ellos aunque se se desea también se pueden utilizar y en tal caso la cantidad a emplear es mucho menor porque hacen mucha espuma.

La que yo he estado usando durante este tiempo es la esponja negra, es decir, la de carbón de bambú ya que es la indicada para las pieles con tendencia acnéica y propensión a las manchas. Como ya se ha dicho anteriormente todas ellas limpian en profundidad eliminando las impurezas e hidratan la piel pero, además, neutralizan el ph de la piel, activan la circulación de la sangre y regeneran los tejidos de la piel. Ésta, además, exfolia suavemente la piel y elimina los puntos negros (o al menos los disminuye). Otras eliminan las toxinas, mejoran la elasticidad de la piel, disminuyen los poros o reducen la aparición de arrugas. Sólo habrá que elegir la que más se adecue a nuestras necesidad o alternar varias. Yo tengo comprada también la de arcilla verde pero aún no la he usado. Ya os contaré que tal me va cuando la haya usado durante un tiempo.

Mi veredicto:

• ¿Qué mé ha parecido?: Me encanta. Me parece súper gustosa, no irrita nada la piel. La puedes usar sola o con  limpiador facial. En este ultimo caso, verás que hace un montón de espuma por lo que ahorras producto porque puedes usar una cantidad mínima.
• ¿Qué es lo que más me ha gustado?: Todo. Es fácil de usar, me deja la piel fantástica, más lisa y con menos puntos negros, no me irrita e incluso creo que me salen menos brotes de dermatitis seborréica.
• ¿Qué es lo que menos me ha gustado?: Que para viajar es un poco incómoda porque se supone que la debes dejar secar y claro cuando estás viajando no siempre está el suficiente tiempo para dejarla en un sitio aireado donde pueda secarse.
• ¿Lo volvería a comprar?: Sí, sin duda.
• Precio: Entre 8,75 y 10,75 las pequeñas que son para la cara. Hay un formato más grande para el cuerpo que sale entre 12,50 y 14,50 euros. Las más caras son de la marca original (The konjac Sponge Co) que son las que he usado yo ya que no sabía que ya había otras marcas. Aunque he de decir que con esta marca yo estoy muy contenta.

¿Y vosotras la habéis probado? Si es así ¿qué os ha parecido? Y si aún no la habéis probado os amimo a que lo hagáis porque no os defraudará. 

¡Hasta pronto!